La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, del gobierno de Javier Milei, ha emitido una advertencia firme sobre las protestas en Argentina, anunciando un “protocolo antipiquete” que refuerza las medidas de control público en el país. Bullrich afirmó que las manifestaciones que bloqueen la circulación enfrentarán “consecuencias”, y destacó que se utilizará “la mínima fuerza necesaria y suficiente” por parte de todas las fuerzas federales.

Durante una rueda de prensa, Bullrich enfatizó que “las calles no se toman” y que el gobierno buscará “ordenar el país para que la gente pueda vivir en paz”. Asimismo, indicó que la fuerza pública tendrá la autoridad para requisar material utilizado en manifestaciones, como “palos”, y verificar la identidad de personas encapuchadas.

Bullrich advirtió contra los piquetes y manifestaciones, destacando la importancia de mantener la circulación libre y anunciando sanciones para aquellos que lleven niños a las marchas, considerándolos “escudos” contra la fuerza pública. Además, mencionó que los costos asociados a los operativos de seguridad se facturarán a las organizaciones o individuos responsables, subrayando que el Estado no asumirá los gastos relacionados con el uso de la fuerza de seguridad.

Estas medidas se presentan en el contexto de las recientes protestas en conmemoración de la crisis económica y las medidas de ajuste económico anunciadas por el gobierno de Milei, que incluyen una devaluación del 50% de la moneda local y recortes en subsidios a la energía y el transporte público.