Internacionales
Desastre natural en Brasil: Más de 100 fallecidos por las devastadoras inundaciones
El saldo de fallecidos por las catastróficas inundaciones en la región sur de Brasil ha superado el centenar, marcando una de las mayores tragedias climáticas en la historia del país, según el último informe emitido este miércoles por la Defensa Civil.
El estado más afectado es Río Grande do Sul, limítrofe con Uruguay y Argentina, donde se han registrado 100 muertes, cinco más que en la noche anterior, junto con 128 desaparecidos y 372 heridos, de acuerdo con las cifras oficiales.
El estado vecino de Santa Catarina ha informado de una víctima mortal hasta el momento, elevando el balance preliminar a 101 fallecidos en toda la región sur de Brasil, que desde el pasado lunes se enfrenta a una intensa tormenta asociada a los efectos del cambio climático.
En Río Grande do Sul, el 80 por ciento de los municipios ha sido afectado por severas inundaciones, que han sumergido parcial o completamente ciudades, incluida Porto Alegre, la capital regional, cuyo principal aeropuerto se ha convertido en una enorme laguna.
En este estado, uno de los más prósperos del país, alrededor de 230,500 personas han debido abandonar sus hogares, sumando un total de 1.5 millones de damnificados, según la Defensa Civil.
Las precipitaciones y las subsiguientes inundaciones han dejado sin suministro de agua y electricidad a gran parte de la población, y han causado considerables daños materiales en carreteras, puentes y otras infraestructuras urbanas.
Los equipos de rescate, con el respaldo de las Fuerzas Armadas, continúan trabajando en la zona para localizar a más víctimas y rescatar a los supervivientes incomunicados, muchos de los cuales apenas tuvieron tiempo para refugiarse en los tejados de sus casas.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró este miércoles, durante un evento para presentar inversiones en áreas de infraestructura y prevención de desastres naturales, que esta tragedia climática es “una advertencia para el mundo” y “una factura que la humanidad está pagando al planeta”.
El gobernador de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, ha afirmado que el estado enfrenta “una situación de guerra” frente a lo que ya es una de las peores tragedias climáticas en la historia de Brasil, y que podría agravarse en las próximas horas, ya que se pronostica un nuevo temporal en el extremo sur de la región.
Las intensas lluvias en el sur del país, una importante región agropecuaria, contrastan con las altas temperaturas, por encima de los 30 grados centígrados, registradas en los últimos días en Río de Janeiro y São Paulo, condiciones inusuales para esta época del año.
Internacionales
Trump confirma destrucción de submarino usado para tráfico de drogas en el Caribe
Washington, D.C.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que las fuerzas estadounidenses destruyeron un submarino semisumergible que estaba siendo utilizado para el tráfico de drogas en el mar Caribe, cerca de la costa venezolana.
El ataque, realizado el 16 de octubre de 2025, dejó un saldo de seis presuntos narcotraficantes muertos y dos sobrevivientes capturados, quienes actualmente permanecen bajo custodia en un buque de la Marina de los Estados Unidos. Trump calificó a los atacantes como “narcoterroristas” y señaló que el gobierno de Nicolás Maduro ha ofrecido “todo” para evitar un enfrentamiento directo con Estados Unidos.
Estas acciones forman parte de una campaña militar estadounidense dirigida a combatir el narcotráfico en la región, que ha incluido ataques a embarcaciones vinculadas a organizaciones criminales venezolanas desde septiembre de 2025.
El gobierno de Venezuela ha reaccionado denunciando estas operaciones como violaciones a su soberanía y ha movilizado a su milicia, mientras que en Estados Unidos algunos legisladores cuestionan la legalidad de los ataques sin la aprobación del Congreso.
Trump enfatizó que las acciones buscan interrumpir las rutas de narcotráfico y desmantelar las estructuras criminales en la región, reafirmando el compromiso de su administración de mantener el control sobre el tráfico de drogas en el Caribe.
El hecho genera preocupación internacional por la escalada de operaciones militares y plantea interrogantes sobre las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, así como sobre la seguridad en la región fronteriza del Caribe.





