Una mujer acudió a la comisión de arbitraje médico del estado, para interponer una querella en contra del IMSS.

Según relata la quejosa, todo inició cuando acudió al área de urgencias ginecológicas del nosocomio ya que desde hacía 4 meses presentaba un abultamiento en el vientre el cual relacionó con un embarazo, por lo que empezó a llevar control en un consultorio de farmacia que se encontraba frente a su domicilio.

Todos los parámetros se reportaban normales, sin embargo al sentir unas contracciones muy intensas en el vientre, por lo que de inmediato le habló a su médico, quien la envió a urgencias de inmediato, ya que presentaba datos de amenaza de aborto, al llegar al IMSS la pasaron al área de valoración, en donde después de una minuciosa revisión y un ultrasonido le comentaron que en su vientre no había ningún feto, que lo único que se observaba era una inmensa cantidad de materia fecal en su intestino y aunque la mujer solicitaba que si ya no estaba el bebé le hicieran un legrado, los médicos se negaron a hacerlo ya que, según ellos, no había datos de que haya estado embarazada recientemente.

Los médicos le aplicaron un lavado intestinal, logrando extraer 4kg de excremento y disminuyendo el vientre unos 15cm, por lo que la dieron de alta, sin embargo la afectada cree que durante las 6 horas que estuvo en la sala de espera presentó el aborto y los médicos no se dieron cuenta; y aunque es verdad que ella hace del baño 2 veces a la quincena, no cree que a eso haya sido la causa de su “embarazo”, por lo que recolectó toda la “muestra” que se le extrajo la noche anterior, para que le practicaran una autopsia y así poder demandar a la institución por negligencia médica.