El tercer grupo de la Carava Migrante llego a playas de Tijuana, acampando ahí mismo, donde no fueron bien recibidos por los residentes, quienes les exigían desalojaran la zona.

Por lo que los migrantes decidieron reunirse y organizarse para entablar un diálogo, frenando tal enfrentamiento.

Los tijuanenses argumentaban que eran un riesgo para su comunidad, así como para la seguridad y el empleo.

“Lárguense de aquí, no los queremos. Queremos que se regresen a su país, no son bienvenidos”, les gritaban.

“Primero estamos nosotros los tijuanenses y México y en segundo y tercer lugar están las demás personas”, expresó Pablo Amador, residente de Playas de Tijuana.

Por su parte los hondureños declaraban: “Nosotros no somos delincuentes. Por qué aquí nos atienden así, si en todo lo que hemos recorrido en México nos trataron bien. Piensen en los niños que están aquí, por favor”.