La ola de violencia en México no se detiene por ningún festejo. Desde que inició la llamada guerra contra el narco los homicidios se incrementaron al igual que otros crímenes; en este recién 2021 ya existe un registro de homicidios desde el día uno.

De acuerdo con el informe de seguridad del gobierno federal, en toda la República se llevaron a cabo 73 homicidios tan solo el 1 de enero de 2021, donde las entidades que aportaron más fueron Veracruz con siete, Guanajuato y Zacatecas con seis cada una y Jalisco con cinco.

De las 32 entidades federativas, 25 registraron al menos un homicidio, esto quiere decir que tan solo Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Coahuila, Nayarit y Nuevo León no reportaron muertes violentas.

Lo plasmado en el informe de Víctimas reportadas por delito de homicidio del 2020, basado en las Fiscalías Estatales y Dependencias Federales señala que el promedio diario de homicidios es de 76, con un mínimo de 47 el 15 de diciembre y un máximo de 117 el 5 de junio; sin embargo, ese mes no fue el que más asesinatos reportó, pues fue en el mes de marzo cuando se promediaron más homicidios con 83.4 al día.

Si se estudia la gráfica y se compara con la Jornada Nacional de Sana Distancia, se puede deducir que las medidas de confinamiento no sólo salvaron vidas por la llegada del COVID-19, sino que esta parálisis coadyuvó a reducir los homicidios en México, pues diciembre cerró con un promedio de 70.8 homicidios diarios.

La Jornada Nacional de Sana Distancia fue una de las primeras medidas instauradas por la Secretaría de Salud (SSa) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en la que se fomentan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las que las y los ciudadanos debían de quedarse dentro de sus casas el mayor tiempo posible y evitar el contacto con otras personas a menos que sea estrictamente necesario. De tal razón que a excepción de los trabajos que se consideran esenciales, todos los demás debieron de sufrir algún tipo de parálisis.

Sin embargo, esto no son buenas noticias. En el informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, pronunciado el 1 de diciembre pasado, el jefe del Ejecutivo federal reconoció un incremento en los homicidios dolosos respecto al 2018, así como en los feminicidios.

De enero a noviembre de 2020, López Obrador reportó que el homicidio doloso aumentó 3.8%, en comparación con el mismo periodo de 2018. A su vez, el feminicidio tuvo un incremento de 8.9% en los primeros 11 meses de este año, respecto al lapso referido; mientras que el delito de la extorsión, según la misma marca temporal, registró un alza considerable con 21 por ciento.

No obstante, también remarcó sus triunfos en materia de seguridad. “Informo que en los 11 meses de este año, en comparación con el mismo periodo del 2018, los delitos del fuero federal se han reducido en 30% y en general de 11 delitos de alto impacto del fuero común, ocho han presentado una disminución considerable”, dijo.

“Por ejemplo, el robo a casa habitación se ha reducido en 23%, el robo a transeúnte en 30%, el robo en le transporte público colectivo en 42%, el robo en transporte público individual 8%, el robo de vehículo, 35% menos; el robo a transportistas; 26% el robo a negocios 15%; y el secuestro ha bajado 29 por ciento”, completó el mandatario mexicano.