Internacionales
Haitianos pagan más de 20 mil pesos para casarse con mexicanas y legalizar estancia

Los matrimonios entre mexicanas y haitianos vienen en aumento; los extranjeros pagan más de 20 mil pesos para obtener un documento que regularice su estancia en México y así poder llegar a la frontera norte con esperanza de cruzar hacia Estados Unidos.
De acuerdo con datos de las oficinas del Registro Civil de Chiapas, Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Puebla y Guanajuato, del 1 de septiembre a lo que va de octubre han habido 42 matrimonios entre mexicanas y haitianos, la cifra más alta desde el año 2000.
Un caso de ejemplo es el de Luisa, quien viajó desde la Ciudad de México a Tapachula en septiembre pasado para contraer matrimonio con Leroi, originario de Haití, a cambio de 25 mil pesos y los gastos del traslado.
En entrevista, Luisa cuenta que fue contactada a través de un “amigo”, quien labora en una presunta organización de protección de derechos humanos, primero para trabajar como gestora de trámites migratorios y luego para contraer matrimonio con Leroi.
Luisa dijo estar consciente de la situación e incluso aseguró no sentirse ni siquiera atraída por quien será su nuevo esposo.
“A lo mejor no está bien, pero si yo le puedo ayudar y él a mí, no le veo lo malo”, afirmó Luisa quien prefirió abandonar su trabajo en un call center para trasladarse a Chiapas a casarse con Leroi.
Expertos en temas migratorios afirman que los migrantes ven en el matrimonio una solución al impedimento de circular por el país y pagan hasta 30 mil pesos por casarse con mexicanas.
Se trata de contratos que no obligan al cónyuge a cumplir con ningún tipo de relación sexual, además existe un acuerdo para que el divorcio ocurra formalmente al transcurrir 12 meses de casados.
En Tapachula, Chiapas, por ejemplo, desde el 1 de septiembre, 13 mexicanas han contraído matrimonio con haitianos
Internacionales
Vetan la Biblia en escuelas de EU por contenido “pornográfico”

Varias escuelas de un distrito escolar de Utah (EE.UU.) han vetado la Biblia después de que el padre de un alumno la denunciara como “pornográfica” por su contenido sexual y violento acogiéndose a una polémica ley del estado, que permite retirar de los centros educativos libros considerados inapropiados para los estudiantes.
La denuncia, que afectaba al distrito escolar de Davis en Utah, ha tenido un largo recorrido desde que se interpuso el pasado diciembre y, tras ser sometida a revisión esta semana, un comité dedicado al asunto ha decidido que la Biblia se retire de siete u ocho escuelas de nivel elemental y medio, aunque los institutos de secundaria pueden mantenerla.
Para sorpresa de muchos, tras conocerse la decisión, este viernes el legislador republicano que impulsó la ley que restringe el acceso a los libros “indecentes”, Ken Ivory, que primero criticó el calificativo “pornográfico” para la Biblia y dijo que era una “broma” y una tergiversación política, dio el brazo a torcer y hasta agradeció el veto del comité al texto religioso en las clases y bibliotecas de los más pequeños.
En una entrada de Facebook, Ivory consideró que la Biblia “es una lectura complicada” para los estudiantes más jóvenes del sistema educativo obligatorio y agregó que “tradicionalmente, en América, la Biblia se enseña mejor, y se entiende mejor, en el hogar, y alrededor de la chimenea, como una familia”.
Según el Tribune, el padre que puso la demanda lo hizo por frustración ante los libros que se estaban retirando de las escuelas gracias a las denuncias conservadoras, una tendencia señalada en abril por las principales agrupaciones en defensa de la libertad de expresión en EE.UU., la Asociación Americana de Bibliotecas (ALA) y la organización de escritores PEN America.
Según la ALA, en 2022 se duplicaron los intentos de censura a libros respecto al año anterior y se marcó un récord en dos décadas, mientras que PEN America registró de manera similar un aumento de los vetos a libros en las escuelas y lo atribuyó directamente al efecto de leyes restrictivas impulsadas por estados gobernados por los republicanos, como Utah, Florida y Misuri.