• El presidente del Poder Judicial llama a servidores públicos y abogados a evitar la corrupción, para que el nuevo sistema de justicia laboral florezca y de frutos
• Con la secretaria de Educación, Egla Cornelio Landero, el magistrado pone en funcionamiento seis juzgados en tres municipios
• Somos corresponsables para que el sistema se mantenga limpio, admite la representante del gobernador Adán Augusto López
• Esto comienza limpio y nuevo, exigimos como ciudadanos que trabajen con limpieza, siempre apegados a la ley, puntualiza el magistrado Gregorio Romero Tequextle en Cunduacán

18 de noviembre de 2020. – Al entrar en vigor el nuevo sistema de justicia laboral en Tabasco, con lo que se da cumplimiento a un acuerdo nacional, el presidente del Poder Judicial, Enrique Priego Oropeza, expresó su compromiso con la armonización de los intereses del capital y el trabajo, y conminó a quienes integrarán los tribunales laborales que hoy iniciaron funciones para que con altura de miras y firme voluntad “se mantengan libres de inequidades y corruptelas”.

Ante la secretaria de Educación, Egla Cornelio Landero, representante del gobernador Adán Augusto López Hernández, el magistrado Priego Oropeza puntualizó que en este momento histórico en mucho depende de los abogados laboralistas que las nuevas instituciones preserven su fortaleza y que sus servidores públicos no caigan en la corrupción.

“Nos sentimos entusiasmados con el inicio de esta nueva etapa de la justicia laboral y hacemos votos por que lo que hoy sembramos florezca y produzca los mejores frutos para el desarrollo y bienestar de los tabasqueños”, observó luego de reconocer las gestiones del mandatario estatal para que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) destinara un subsidio para la habilitación de seis juzgados especializados en Centro, Cunduacán y Macuspana, adquisición de mobiliario y equipo tecnológico así como para cristalizar un amplio programa de capacitación.

Explicó que los asuntos que llegaban a la Junta de Conciliación y Arbitraje pasarán a ser responsabilidad de los tribunales laborales que este día fueron puestos en marcha en ocho entidades en ceremonia encabezada en Palacio Nacional por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. “Pero la idea es que 75 por ciento de los asuntos se resuelvan en los centros de Conciliación y no pasen al área judicial”, dijo.

En entrevista, el titular del Tribunal Superior de Justicia señaló que se escogieron a los mejores elementos para ser jueces, secretarios instructores, jefes de unidad de causa y de sala, quienes aprovecharon los cursos que impartió durante un año el Centro de Especialización Judicial.

TIEMPO DE PACIFICAR

Cornelio Landero, quien se asumió como una laboralista desde los 17 años y con 22 años como litigante, aseveró que este es el tiempo de los juzgados y tribunales laborales.

“Estamos frente a la Revolución 4.0. Las relaciones laborales han cambiado, aunque los sujetos que la componen, que son el capital y el trabajo, siguen siendo los mismos, los tiempos son otros”, indicó ante los presidentes de la mesa directiva del Congreso, Jesús de la Cruz Ovando y de la delegación local de la Academia Mexicana del Derecho del Trabajo y la Previsión Social, Antenor Sala Pinto.

A más de 102 años en que el Derecho fue constitucionalizado, tenemos el cambio de un paradigma de la justicia laboral con el nacimiento de un nuevo sistema de justicia, declaró la también catedrática de la materia de Derecho del Trabajo en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y miembro de la Academia Mexicana del Derecho del Trabajo y de la Previsión Social.

Y advirtió que los litigantes “somos corresponsables de la justicia laboral. No es responsabilidad de los jueces, somos muy responsables de que el sistema de justicia se mantenga limpio y cumpla el propósito que los ciudadanos desean: Alcanzar la solución de sus conflictos de manera pacífica”, apuntó.

Debemos aprovechar la oportunidad de este nuevo tiempo que la historia nos da para ayudar a pacificar a la sociedad. Son tiempos de trabajar en la paz colectiva. Y la paz colectiva no se alcanza si no trabajamos en la paz individual, declaró Egla Cornelio ante jueces, magistrados del Tribunal Superior de Justicia, consejeros de la Judicatura y la directora general de Administración del Sistema Laboral, Norma Lidia Gutiérrez García.

Poco antes de cortar el listón inaugural de los nuevos juzgados –en Cunduacán y Macuspana lo hicieron simultáneamente los magistrados Gregorio Romero Tequextle y Leonel Cáceres Hernández–, la secretaria de Educación recordó que la conciliación prejudicial obligatoria y los tribunales laborales que dispone la Constitución en el artículo 123, apartado A, fracción 20, y la negociación colectiva establecida en la fracción 22 bis de ese mismo precepto constitucional indica que no es lo adversarial lo que debe permanecer, sino que la negociación, la conciliación y el diálogo para la resolución de conflictos.

Al tiempo de reconocer a quienes han dirigido en algún momento la Junta de Conciliación y Arbitraje, entre ellos Agenor González Valencia, Fernando Sánchez de la Cruz. Tito Rufo Andrade Santamaría y el propio gobernador Adán Augusto López, el magistrado Priego Oropeza puso especial énfasis en el proceso de capacitación de quienes integran los nuevos juzgados.

Citó un Taller de Litigación Laboral impartido a 239 participantes, uno más de introducción a la conciliación laboral, programas de formación inicial en el Nuevo Sistema de Justicia Laboral, así como uno de capacitación para quienes finalmente conformaron los tribunales.

Además, se organizaron conferencias y mesas redondas para preparar a los servidores públicos –tres de los seis jueces laborales son personal externo al Poder Judicial– y a los abogados que asesorarán a trabajadores y patrones en la solución de conflictos.

Detalló que los juzgados tendrán jurisdicción regional. Los cuatro que se asientan en el municipio de Centro con competencia en los municipios de Centro, Centla, Jalapa, Nacajuca, Tacotalpa y Teapa. El tribunal de la región II, con sede en Cunduacán, prestará servicios a Cunduacán, Cárdenas, Comalcalco, Huimanguillo, Jalpa de Méndez y Paraíso, mientras que el tribunal de la región III se asienta en Macuspana con competencia en Macuspana, Balancán, Emiliano Zapata, Jonuta y Tenosique.

El también titular del Consejo de la Judicatura hizo un repaso histórico de las causas que dieron motivo al surgimiento del artículo 123 constitucional, en el que se establecen los derechos fundamentales de los trabajadores, y resaltó las luchas de los obreros textiles en Río Blanco, Veracruz y los mineros de Cananea, Sonora.

En la Constitución de 1917 se estableció que la aplicación de los derechos de los trabajadores no podía quedar en manos de los jueces heredados de la dictadura porfirista. Se requería de órganos especializados en la materia y con una orientación de justicia social, por ello se crearon las juntas de Conciliación y Arbitraje, rememoró.

A más de cien años, la problemática social cambió y fue necesario poner al día la jurisdicción laboral, por lo que se reformó la fracción XX del artículo 123 de la Constitución y se determinó que la resolución de conflictos entre trabajadores y patrones estará a cargo de los tribunales laborales del Poder Judicial de la Federación y de las entidades federativas, según corresponda, los cuales deben cumplir principios de legalidad, imparcialidad, transparencia, autonomía e independencia.

Comentó que para dar cumplimiento a esta disposición constitucional, el Congreso del estado reformó la Constitución Política de Tabasco y la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado.

Al develar con el magistrado Enrique Priego la placa alusiva, colocada en el edificio marcado con el número 111 de la calle Benito Juárez, la doctora Egla Cornelio informó que en observancia de la reforma constitucional publicada el 24 de febrero de 2017, en sus artículos transitorios se dispuso una vacatio legis de tres años para implementarla en el sistema local y cuatro años, para el sistema federal.

Corresponderá al Poder Ejecutivo, a través de los centros de Conciliación, atender la etapa de conciliación en la que se marcan 45 días para lograr la solución de los diferendos obrero-patronales.

En caso de no lograrlo, el asunto pasará a ser de competencia de los juzgados laborales en los que aún existe la posibilidad de conciliar –incluso durante el juicio, a voluntad de las partes– y de no lograrse se llevará a cabo un procedimiento oral en el que las audiencias serán públicas, salvo excepciones que marca la ley, muy similar a los juicios orales mercantiles, detalló la consejera Lilí del Rosario Hernández Hernández.

Cornelio Landero hizo un llamado a sus compañeros litigantes y a los jueces presentes en la ceremonia. “Este nuevo modelo de la justicia laboral, y hoy históricamente, ante esta inundación, esta pandemia y todos estos retos que Tabasco está teniendo, nos da la oportunidad de iniciar con algo serio, fuerte y exitoso”, enfatizó.

Como académicos y miembros del foro jurídico, la ética, la responsabilidad y el profesionalismo es lo que nos debe llevar al éxito.

Estamos unidos para que Tabasco siga adelante, podemos lograrlo si todos nos hacemos responsables de lo que nos corresponde, subrayó.
No es solamente el estado, cada ciudadano es responsable de sus propios actos y debemos ser responsables de la trinchera donde estemos y de lo que nos corresponde hacer, exclamó.

LIMPIEZA Y APEGO A LA LEY, EXIGEN CIUDADANOS

Simultáneamente se realizaron ceremonias de inicio de vigencia del nuevo sistema de justicia en Cunduacán y Macuspana. En la Atenas de la Chontalpa, el presidente de la primera sala penal del tribunal tabasqueño, Gregorio Romero Tequextle, resaltó que las instituciones surgen de grandes necesidades y a veces de grandes revoluciones, por lo que no debemos olvidar la historia que dejaron las matanzas de Río Blanco y Cananea.

Ante la alcaldesa Nydia Naranjo Cobián, el catedrático de la UJAT ponderó que con el nuevo sistema de justicia se trata de buscar soluciones rápidas y que no haya tanto conflicto para resolver un problema.

Manifestó su confianza en que el personal sabrá responder sobre todo con honestidad.

“Uno de los principales problemas que se ha señalado es la deshonestidad y corrupción. Esto comienza limpio, esto comienza nuevo, lo primero que les pedimos y les exigimos como ciudadanos es que lo hagan con limpieza, siempre apegados a la ley. Lo mismo le pedimos a los abogados, ayúdennos a conservar estos juzgados firmes y limpios, evitar la corrupción a como dé lugar”.

En la segunda demarcación, ante el concejal Mauro Winzig Negrin, el presidente de la segunda sala civil, Leonel Cáceres Hernández, sostuvo que con este cambio de hondo calado para erradicar vicios muy arraigados se trata de garantizar el acceso a la justicia mediante un procedimiento predominantemente oral, y para ello quienes laboran en los juzgados se prepararon durante un año.

Dijo que este modelo apuesta por el fortalecimiento institucional y por un nuevo rostro de la justicia que sea más humano, sensible y cercano a la gente, que encuentre en la ética su reflejo fiel y robustezca la confianza ciudadana.